viernes, 29 de abril de 2016
AQUEL PARTIDO DE FUTBOL DONDE JUGABA VENTOSA DE LA CUESTA QUE HABIA GANADO DICHO CAMPEONATO .
Aquella tarde del mes de mayo, del año mil novecientos sesenta y algo más, en la villa de La Seca, se entregaban los premios, del primer campeonato de futbol, a los equipos que habían participado, que todos eran localidades limítrofes a La Seca, entre todos los equipos participantes, se formo un solo equipo, que se enfrento en el campo de futbol, de las eras de la Bodega Cooperativa, al equipo ganador de dicho campeonato, que había sido el equipo de Ventosa de la Cuesta, pero fue un grave error, el haber dado el silbato de dirigir dicho partido, al sacerdote de Ventosa, ya que de futbol se ve que no entendía demasiado, y tan solo intentaba que su equipo ganase dicho partido, aunque fuera con su tremenda ayuda, así anulaba los goles del combinado de equipos, y tan solo aceptaba que ganasen sus feligreses, a lo que los espectadores, venidos de toda la comarca, no estaban dispuestos, el lio que se monto fue de órdago a la grande, el cura aquel tuvo que oír palabras de todo, y al final sin terminar el partido, fue vapuleado, y sus botones del habito de cura, arrancados en ciertas proporciones. Yo como testigo puedo dar fe, de aquellos momentos donde unos mil espectadores se calentaron, dando una imagen poco deportiva y además, un poco surrealista de aquel partido que nunca acabo, eso si dejo huellas e insultos, entre las personas de dichos pueblos, que no acudieron a la entrega de premios en el Ayuntamiento lasecano, que si soltaron palabras gruesas contra dicho sacerdote y su entorno, La Seca era donde se invento aquel campeonato de liga entre los diferentes equipos de las localidades que rodean a La Seca. El párroco de La Seca, de entonces e inventor de aquellas jornadas deportivas, se llamaba, Félix Silicio Pardo. que en aquellos momentos del partido, se encontraba en la parroquia de La Seca, rezando el rosario, sin pensar que dicho partido amistoso, terminaría como el rosario de la aurora, Una vez que se entero de el lio montado, trato de poner paz, aunque la guardia civil, no se encontraba en el campo de futbol lasecano, que entonces eran las eras, tomo nota de el altercado, y a los días siguientes, varios vecinos pasaron por la comandancia de dicho cuerpo a prestar su declaración, que según me pareció a mí, todo quedo en agua pasada. Ya que entendieron que fue un calentamiento de forofos de la comarca, donde nadie sabía quién le arranco los botones forrados de tela negra a dicho arbitro, que quizá el mismo se busco el altercado, dando una imagen triste y antideportiva, que lo único que hizo fue dañar el buen trato que siempre existió entre todos los vecinos de dichas localidades, ya que se encuentran casados, diferentes matrimonios de lugares distintos, y sin tener demasiados problemas, ya que las costumbres y finalidades de estas localidades, de la “Castilla Profunda” , no se debieron ver afectadas, por tan solo un arbitraje nefasto y partidario, como fue aquella tarde, donde la gente allí presente invadió el terreno de juego, con la consiguiente bronca, que dejo malas recuerdos, incluso en aquel joven sacerdote, que intento en La Seca, hacer un ambiente más humano, y de donde tuvo que marcharse por hacerle la vida muy difícil, aunque yo tuve la suerte de estar varias veces con el de tertulia, en la librería que tuvo en Madrid, llamada Belagua. y en otros lugares como cafeterías de algún paisano ya fallecido. G X Cantalapiedra.
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