lunes, 23 de septiembre de 2013

SOLEDAD EN EL COLESTEROL

SOLEDAD EN EL COLESTEROL En esas tardes tranquilas donde se vive sin prisa, en el ambiente perfilas cierta soledad sin risa. Y paseando entre la gente con sus tertulias humanas, vas revisando el ambiente de las soledades vanas. El colesterol inquieto con sus muchos paseantes, nadie nunca puso veto a los gestos arrogantes. El viento mueve las hojas de los árboles linderos, y personas que están flojas buscan amigos sinceros. Estas tristes soledades que sueñan tener destinos, son lamentos de verdades y cruces de desatinos. Soledades en sus bancos sin hablar en su camino, no importa negros o blancos cada cual vive su sino. Soledades que parecen ser un amargo destino, soledades que se crecen y no son un don divino. Madrid tiene soledades, no hay que ser un adivino, se temen las falsedades de cualquier raro vecino. Mirando las soledades el viento corre más fino, existen ciertas edades donde se pierde hasta el tino. G X Cantalapiedra.

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