miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL VIENTO DE LA MAÑANA

EL VIENTO DE LA MAÑANA El viento de la mañana me despertó sin dulzura, escuche una voz profana que pregonaba amargura. Quise volver a mis sueños donde amores florecían, pero todos mis empeños les noté que padecían. Eran voces en la calle que sentido no tenían, de vez en cuando un detalle que pienso que repetían. El viento de la mañana, ese nunca volvería, se fue con su voz temprana haber como corre el día. Mientras tanto mis amores reflejan luz y armonía, y solo me dan candores sus versos de poesía. Quiero escuchar el silencio igual que una sinfonía, sin ponerle ningún precio a esa buena melodía. En la mañana despierto tengo por delante el día, en mis amores acierto y eso me causa alegría. Cuando suenen las campanas a la hora de medio día, veré que muchas ventanas hay cerradas todavía. La madrugada me asusta con sus voces penitentes, si algún amor se disgusta es mejor que estén ausentes. G X Cantalapiedra.

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