NO ME ENSEÑES A LLORAR
Cuando la vida te enseña
como debes de ir llorando,
me parece que es la dueña
de lo que vas implorando.
Tiene la vida misterios
que nunca se acabarán,
en los momentos más serios
siempre se presentarán.
La vida sirve de escuela
sin apenas darnos cuenta,
el tiempo pasa que vuela
y en las dudas se alimenta,
No me enseñéis a llorar
que tengo mucho llorado,
nunca quisiera implorar
si me siento condenado.
Las lágrimas me atormentan
en mis largas soledades,
parece que hasta se aumentan
cuando me cuentan verdades.
No me enseñéis a llorar
entre torpes falsedades,
hoy no quisiera evocar
tiempos de felicidades.
Las lágrimas van brotando
de mis mejillas cansadas,
al ver como van pasando
muchas etapas quemadas.
Llorar sin vacilaciones
y sin esperar respuestas,
son pocas las conclusiones
que te ofrecen las encuestas.
Las lágrimas no comprenden
ni buscan nuevos caminos,
a veces si te sorprenden
con sus lamentos tan finos.
G X Cantalapiedra.
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