CENIZAS POR LA CAÑADA
El silencio impresionaba
con las palabras en clave,
y en la mente se ocultaba
como quien cierra con llave.
Cenizas por la cañada
que el viento fue repartiendo,
fue una mañana marcada
en las que estuve sufriendo.
Cenizas llenas de llanto
al dejar atrás la historia,
quizá llego el desencanto
que hoy conserva mi memoria.
La cañada de testigo
en aquel duro momento,
el silencio fue el amigo
que solo rompiera el viento.
Cenizas solo cenizas,
en aquel campo desierto,
los hombres no se eternizan,
el final es estar muerto.
La despedida sin gritos
ni tristes cavilaciones,
tampoco ramos bonitos
que causan admiraciones.
Silencio, todo silencio,
que la tierra está llorando,
la ceniza no es de un necio,
al que estaban esperando.
La tierra le abrazó fuerte
por ser parte de su vida,
quizá la penosa muerte
solo fue la bienvenida.
Sin lamentos ni sermones
en la despedida triste,
nadie soltó sus razones
cuando el dolor se resiste.
G X Cantalapiedra.
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