martes, 21 de mayo de 2019

LA SECA TIENE SUS SIGNOS

LA SECA TIENE SUS BRISAS Un veinticinco de mayo una helada tenebrosa, llegó lo mismo que un rayo sobre la Villa dichosa. Helada que fue dañando los cereales y viñedos, La Seca quedó pensando entre tan malos enredos. El año mil ochocientos noventa y ocho nos helaron, los malvados sufrimientos que a La Seca le dañaron. Campos igual que desiertos sin esperanza ninguna, muchos sentimientos muertos y una pena inoportuna. Brisas que fueron llegando con aquel viento del norte, los campos fueron quedando sin soluciones ni corte. Agricultores pensando en la cosecha perdida, la maleta funcionando sobre mi Villa querida. Año de los emigrantes que buscaron la salida, se alejaron como errantes al ver su vida afligida. Brasil, Cuba y Argentina fueron alegres destinos, no siendo ruta divina hubo que abrirse caminos. Llorando muchos se fueron para buscar nueva vida, aunque siempre comprendieron sentir a su Villa herida. G X Cantalapiedra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario