miércoles, 27 de marzo de 2019

CUANDO SE MUERE UN POETA

CUANDO SE MUERE UN POETA Cuando los vientos son grises, cuando la vida termina, cuando las penas resisten y la soledad nos brilla, No hay caminos ni fronteras que puedan marcar la vida, la vida tiene sus huellas dejando atrás la ceniza. Los caminos quedan mudos, mudos de penas activas, sombras de grises absurdos que a la nada nos motivan. Cuando se muere un poeta con la mirada perdida, es dudosa cualquier meta su fama sigue escondida. Las sombras se ponen tristes entre las lánguidas vidas, y las penas se resisten a dar flores elegidas. A el poeta se le entierra, si no se le hace ceniza, su memoria queda intacta entre la lluvia plomiza. No vale marcar destino, ni sirve la medicina, tampoco vale hilar fino si la muerte viene encima. La voz del pueblo se calla, ya no se ve la colina, y la soledad estalla sin ser promesa divina. El poeta se ha marchado más nadie ya lo adivina, la vida le ha desterrado a ser ceniza de encina. Cuando se rompa el silencio, y el poeta este sin vida, siempre llegara ese necio que pregone despedida. El poeta nunca muere, por detrás deja su rima, el a veces solo quiere que nunca cambie su clima. G X Cantalapiedra.

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