LOS SILENCIOS AMARGOS DE NAVAPALOS
Ni Atalaya ni
lamentos
hacen el día más
largo,
el silencio de
conventos
a veces se
vuelve amargo.
Navapalos hoy se
cierra
entre silencios
marcados,
pardos colores
de tierra
sobre adobes mal
trazados.
Los silencios de
Castilla
son silencios complicados,
en su gente más
sencilla
existieron
inmigrados.
Navapalos de
silencio
con el Duero de
su lado,
nadie quiso ser
el necio
de este pueblo
abandonado.
El Duero guarda
silencio,
sin ser rumbo
equivocado,
Navapalos hizo aprecio
aquel Cid tan
renombrado.
Estas tierras
solitarias
que son caminos
de antaño,
parecen
extraordinarias
aunque sufran
mucho daño.
El viento corre
sus calles
sin casas que
den amparo,
son tan fríos
los detalles
que el calor se
vende caro.
Navapalos de silencios,
casi siempre
solitarios,
dicen que
existen misterios
con rasgos
extraordinarios.
Pasar mirando sus
casas,
con puertas en
desamparo,
los años pasan y
arrasan
volviendo el contorno
raro.
G X Cantalapiedra.
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