EN
DÍAS CÓMO ESTE
Madrid
respira los vientos
de
una primavera dura,
con
fríos y sentimientos
de
buscar más la cultura.
Estos
fríos horrorosos
que
arrastran melancolía,
se
ven como tenebrosos
por
su vieja melodía.
La
lluvia nos hace falta
para
sentir su frescura,
con
la sequía se planta
mucho
gesto de locura.
Entre
ráfagas de viento
la
primavera nos marca,
más
Madrid recibe aliento
y
en la esperanza se embarca.
Fríos
corren por sus calles
venidos
del Guadarrama,
que
nos dejan sus detalles
cuando
algún niño reclama.
Sentimos
la primavera
con
ropas del duro invierno,
hay
gente que desespera
y
nos habla del infierno.
Madrid
se siente con fuerza
para
conservar su estilo,
y
el mal tiempo se refuerza
queriendo
marcar su filo.
Mayo
nos viene con prisa
entre
fríos tormentosos,
y
el viento tiene esa brisa
de
ser pasos tenebrosos.
En
estos días de sueño
Madrid
se siente orgulloso,
esperando
ser el dueño
de
un futuro más gozoso.
G X Cantalapiedra.
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