miércoles, 20 de julio de 2016

AL DESPEDIRME DE LA PROFUNDA GALICIA.

AL DESPEDIRME HOY DE LA PROFUNDA GALICIA Me llevo brisas del viento entre buenas vibraciones, que son horas encantadas y repletas de emociones, Galicia llevo en el alma, como una canción sonora, allí sentí cómo el alma nunca recuerda las horas, El viento sobre mí rostro lleno de melancolía, sintiendo como se alcanza, la luz que te da alegría, Galicia fuente sonora, Terra Nosa de armonía, paisajes donde se adora, mucha vieja fantasía. Campanas que van sonando apenas empieza el día, a veces van convocando un sentir de la armonía, Es Galicia marinera, esa que vive sus días, que disfruta por la noche aunque las noches sean frías. Ermitas sin ermitaños, monasterios de porfía, lugares de Campo Santo, que arrastran melancolía. Todo parece invisible, en la noche de neblina, esas brisas marineras te marcan los buenos días, En la Galicia Profunda, repleta de sintonía, sin ver esta vida absurda halago su simpatía. Gallegos que van buscando el sentir de cada día, van con su vida logrando una nueva letanía. Siento Campanas en Miño, y en Puentedeume alegría, viendo el cariño de un niño que vive su fantasía, Monasterios y leyendas, sombras de tierras erguidas, donde se quitan las vendas cuando no existen heridas. Betanzos marcha tranquilo, nada le roba su vida, alguna meiga perfilo que vive medio escondida. Terra Nosa, de costumbres, entre sus noches tan frías, donde se ven esas lumbres que iluminan bien sus rías. Galicia sombra presente, yo no la imaginaría, estoy sintiendo su ambiente que por nada cambiaría. Playas de grandes recuerdos, noches con sus tardes frías, procesiones de hombres cuerdos que saben sus letanías. Hoy me marcho sin complejos, borracho de simpatía, Galicia nunca está lejos si en ella logro armonía. En Los Campos de Castilla sentiré cuál melodía, esos cantos de chicharra que rompen con la armonía. Galicia llevo en el alma con una buena morriña, quizá recupere calma al visitar cierta viña. En esta tierra de meigas donde se sueña la vida, hay lamentos que despliegas, al sentir cualquier herida. Galicia con grandes soles y con su lluvia divina, hoy se viven sus colores y su cultura más fina. En esta tierra de Celtas sin gentes de morería, hablan de muchas leyendas donde reino la porfía. Galicia siente sus campos y en ellos pone su vida, hombres que saben de llantos si ven su ruta perdida. Estos caminos de sombras, estas sombras que son vida, luces que a veces te asombran si ves la ruta escondida. No quiero que llore el alma, ni quiero sufrir en vida, hoy Galicia me dio calma sin verla nunca afligida. No quiero borrar sus huellas, no quiero romper sus guías, recordaré las estrellas y sus viejas melodías. Galicia tiene canciones llenas de luz y de vida, que van sembrando ilusiones en su gente más erguida. G X Cantalapiedra. 17 – 7 – 2016.

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