viernes, 13 de mayo de 2016
HOY TRECE DE MAYO
HOY TRECE DE MAYO HACE 62, AÑOS QUE LAS ESCOLARES DE LA SECA FUERON AL HENAR
Aquel trece de mayo, de mil novecientos cincuenta y cuatro, la excursión fue casi un drama. El camión del señor Primitivo Sánchez, con la cabina de color chocolate, de Juan Ruiz, y la caja del color de la madera, se disponía a salir desde las Cuatro Calles, lugar de su garaje, donde le fueron colocados, unos bancos de madera sin respaldo, y en su interior de la caja de carga, y donde se aposentaron toda una clase de niñas, del colegio de Doña Encarna Alaez, y que en aquella dulce mañana, con una buena temperatura, decidieron salir de La Seca, camino del Henar, en Cuellar, Segovia, sin esperar lo que aquella tarde se les venía encima, ya que estando comiendo se preparo una tormenta fabulosa, alrededor de aquel territorio, que tuvieron que abandonar deprisa, temiendo su intensidad de nubes oscuras, y sus relámpagos con truenos terribles, el camino de regreso hacia La Seca fue lluvioso y tremendo de agua con granizo y con mucha fuerza, el agua les calaba a todas las niñas, dejándolas heladas de frío y eso que el camión, se paro debajo de un puente para poder aguantar tan dura tormenta, al rato decidieron seguir el camino, pero el agua torrencial les impedía el paso, la noche se les echo encima, y era imposible continuar por aquellas carreteras tercermundistas de entonces, donde ni una sola estaba asfaltada,, teniendo que hacer noche a la fuerza, en el pueblo de Valdestillas, donde sus autoridades y el resto de la gente, se volcaron con dicha clase de niñas y demás acompañantes, unos 50, más o menos, dándoles alojamiento cena y secando sus ropas, para el día siguiente 14, de mayo poder llegar a su querida La Seca, donde los poetas o poetisas pronto le pusieron al drama música y letra, que es cómo lo colocaré, en las líneas de debajo, ya que tuve dos hermanas en aquel momento, sufriendo aquella aventura, de la que a pesar de los años siguen recordándose de aquella, fecha que tanto las marcó, no solo a mis dos hermanas si no a toda aquella juvenil clase de tan buena y tan amable señora maestra, que fue doña Encarnación, Alaez. La canción que inventaron decía así.
El trece de mayo
al Henar me fui,
a ver a la Virgen
y lo que había allí.
Vinimos mojadas
hasta la camisa,
y nos recogieron
allí en Valdestillas.
Las chiquillas de La Seca,
todas lloran con muchísima razón,
porque todas se mojaron,
hasta el mismo camisón.
G X Cantalapiedra.
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