viernes, 18 de septiembre de 2015

HAY AMORES QUE MATAN

HAY AMORES QUE MATAN Cuando las personas no se saben respetar, y mucho más en el matrimonio, empiezan las discusiones y enfrentamientos con malos resultados. La historia que voy a contar, es un poco dura, aunque pudiera ser real. Corrían los años 1973, cuando una pareja decidieron casarse, en los primeros tiempos del matrimonio, todo parecía de color de rosa, pero el vicio del alcohol, pronto provoco las diferencias entre la pareja, llevando a la violencia su estado de alcoholismo. No habían transcurrido ni cinco años de su matrimonio, cuando corrían por los pasillos de su casa dos hijos. Que desde pequeños sufrieron los malos tratos, que en aquel estado de embriaguez, les dedicaba su padre con tremendas voces y humillaciones de palabras y obras. Cansada la esposa de ver que no cambiaba su marido, una mañana cogió a sus dos hijos, y se marchó a la casa de sus padres, que la recibieron con los brazos abiertos. El al verse abandonado, decidió ir a pedir perdón a toda su familia, aunque el padre de ella, no le dejo pasar a su vivienda, entonces el recurrió a un amigo de la familia, para que actuara de intermediario, cosa que así paso, la esposa se estaba viendo a escondidas de sus padres con su marido, pero pronto aquello termino, al enterarse por un vecino, que marido y mujer se encontraban a solas, en un bar de la esquina de los padres. El padre reacciono de la manera más natural, la dijo a su hija, “ Para verte con tu marido a escondidas, es mejor que te marches con el a vuestra casa.” Cosa que no tardo ni un minuto la hija en marcharse. Una vez allí de nuevo, pasaron un tiempo sin muchos problemas, pero al cabo de unos meses, las broncas volvieron todas las noches, al llegar embriagado y empezar a insultar a su propia familia, cierto día de hace 28, años, en una noche sobre la una de la madrugada, el marido borracho, la dio un tortazo a su esposa en el oído, que la dejo el tímpano reventado, y la pobre señora, ningún vecino quiso llamar a la policía, por ser el marido un hombre educado, cuando se encontraba en estado normal, pero a pesar de tener que ser intervenida del oído, la esposa e hijos siguieron aguantando, día a día su mal alcohol, la esposa parecía una representación de María Magdalena, sus ojos siempre estaban como soltando lagrimas, y sus mejillas tenían ese color morado de sufrimiento, el marido continuaba bebiendo sin limite, hasta que un buen día el corazón, le dio un gran susto, y tuvo que ser ingresado de urgencia, y entre las consecuencias que le dieron , era la de no beber tanto alcohol, y llevar un dieta mucho más saludable, cosa que poco llego a realizar, ya que empezó de nuevo a beber y fumar sin ningún limite, dándole un segundo aviso el corazón, y dejándole medio cuerpo paralizado, su bastón de ayuda en aquel momento, era su esposa la que el había maltratado, y que sin respirar, la tenia de esclava a sus ordenes, se ve que la esposa era una mujer demasiado buena y sensible, para estos tiempos de no aguantar a un marido de esa clase. Parece que el destino al marido le dio de nuevo dos oportunidades, para a ver mejorado su salud, pero el diablo se ve que le perseguía, y de nuevo las dos ocasiones, se marcharon al hospital, donde solo le podían dar alimentos por jeringa, y sin ninguna clase de esperanza, la esposa día a día le cuidaba, y sin hacerle el menor de los desprecios, se mantenía a su lado, sabiendo que aquella enfermedad según los doctores, era irreversible , y lo único que hacia era dormir y cuando despertaba, sin poder hablar, el al ver a su esposa, le caían las lagrimas de las malas horas que en su conciencia, la había dado. El tiempo del Hospital donde le trataban de curar paso, y fue derivado a otro hospital terminal. Donde su final estaba más que próximo, nadie quería comentar nada entre sus vecinos, aunque todos sabían de sobra el drama de aquella familia, donde siempre ella decía a sus vecinos. “Es que me quiere mucho, lo que pasa es que el alcohol le pierde, pero yo no se lo tengo en cuenta”, Aquellos momentos de su muerte, fueron de palabras mudas, palabras que sin abrir la boca se entienden de sobra, el alcohol con demasiado uso, terminan siendo amores que matan, como el de esta historia, muchas veces repetida. G X Cantalapiedra. 18 – 9 - 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario